jueves, 3 de diciembre de 2015

Caracteristicas del cine mudo 

El cine mudo es aquel cine en el que no hay sonido sincronizado (especialmente diálogos) y consiste únicamente en imágenes.
La idea de combinar las imágenes con sonido grabado es casi tan antigua como la cinematografía en sí, pero hasta finales de los años 1920, la mayoría de las películas eran silentes. Este período anterior a la introducción del sonido se conoce como la "era muda" o el "período silente". Después del estreno de El cantante de jazz, las películas sonoras fueron cada vez más habituales y, diez años después, el cine mudo prácticamente había desaparecido. La era del cine silente, a menudo, es referida como "La edad de la pantalla de plata".



En los comienzos del cine mudo, las partituras utilizadas fueron a menudo improvisadas o se utilizaba música clásica o repertorio teatral. Una vez los largometrajes se hicieron habituales, la música fue recopilada en la llamada Música de Photoplay-que estaba específicamente realizada para acompañar a los films-. Esta labor era realizada por el pianista, el organista, el director de orquesta o el estudio mismo, que enviaban una "partitura" de la música que debía acompañar la película. Desde que se hiciera una composición original, como la de Joseph Carl Breil para la épica película de David W. Griffith El nacimiento de una nación, se volvió relativamente común para las películas llegar a las salas de exhibición con partituras originales especialmente creadas para la ocasión.
Debido al tamaño de la producción del cine mudo, ésta empresa se convirtió en la principal fuente de empleo para los músicos (al menos en Estados Unidos). Pero la introducción de "películas habladas", la cual sucedió en el mismo momento que la Gran depresión, fue devastadora para los músicos.
Algunos países idearon otras maneras de ofrecer el sonido a las películas mudas. El cine temprano de Brasil ofreció cantatas de fitas: operetas con los cantantes interpretando detrás de la pantalla. En Japón, las películas tenían no sólo la música en vivo, sino también contaban con un benshi, narrador en vivo que proporcionaba las voces del narrador y los personajes. El benshi se convirtió en un elemento central en las películas japonesas, además proveía la traducción para las películas extranjeras (sobre todo las estadounidenses). Su popularidad fue una de las razones por la que los filmes mudos persistieron bien entrados los años 30 en Japón.


Gabriel Martínez
 

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